viernes, 24 de febrero de 2017

Encarnación: Explotación laboral y maltrato en heladería Los Dos Chinos

Ayer el medio de comunicación RTV Paraguay hizo eco de una denuncia de dos jóvenes encarnacenas que alegan haber sido maltratadas y explotadas laboralmente por parte del patronal de la heladería Los Dos Chinos.
Teodora Ojeda trabajaba en la sucursal Mcal. Estigarribia casi Constitución Nacional hace 7 años, junto con Dahiana Sotelo quien estuvo aproximadamente 6 meses, la empresa es del señor Freddy Joffre Rojas.
Relatan que el pasado 9 de febrero, siendo casi las 18:00 hs, la señora Lucrecia Yanina Joffre se presentó en la heladería exigiendo el faltante de productos “ante este reclamo le devolvimos lo que solicitaba, pero nos perjudicó también” señala una de las afectadas. En este sentido, las jóvenes comunicaron lo acontecido al señor Fredy Joffre Rojas, que llamó la atención a la señora Lucrecia.
Ante esto, la señora Lucrecia vuelve rápidamente hasta el local, donde reclamó a las jóvenes la queja realizada al señor Freddy, “con insultos y palabras agraviantes hacía nuestras personas, a tal punto que me tiró un termo con agua, agrediéndome físicamente y dañándonos psicológicamente” dijo Dahiana Sotelo.
“La actitud de la señora Lucrecia nos causa temor, porque ella realiza este tipo de actos con todos los empleados y empleadas que están bajo su dependencia. No solo con nosotras sino con varias jóvenes a quienes echó sin ninguna justificación, diciéndoles que no servían para nada”, alega Sotelo.
Señaló que decidieron denunciar a la prensa para que se sepa como esclaviza esta empresa a los jóvenes que van a trabajar ahí. “No tenemos días libres, trabajamos de lunes a lunes de 10 de  la mañana a 8 de la noche a veces de 10 de la mañana a 1 de la madrugada, no tenemos sueldo mínimo, IPS, navidad, año nuevo, feriado y con todo eso se nos trata mal otra vez” indicó.
Dahiana dice que se animaron a denunciar porque ya estaban cansadas de los maltratos de la señora Lucrecia, hija del señor Freddy. Varios jóvenes fueron víctimas de sus maltratos, de estirones, empujones y gritos. Incluso recibieron amenazas por eso tienen miedo a denunciar. 


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