Fotografía: Daniel González
“Un pueblo que no conoce
su historia es un pueblo muerto. Si queremos ir para adelante, debemos mirar
para atrás. Un pueblo es producto de su historia. Si no tiene clara su historia
no tiene raíces. Hasta que los propios leones no tengan historias de cacerías,
seguirán glorificando al cazador. La mejor arma que tienen los ricos es la
cabeza de los pobres” estas frases formaron parte de la reflexión que dio Ernesto Benítez a un grupo de estudiantes de Encarnación.
Ernesto Benítez es
militante, campesino. Tiene una rica historia de lucha por la tierra hace más
de 25 años en Paraguay. Vive entre los departamentos de San Pedro y Amambay. Se
formó en Educación Popular, Escuela de Madres de la Plaza de Mayo en Argentina,
Brasil, Venezuela y otros.
Durante la reflexión colectiva,
las palabras generadoras fueron: crear, compañeros/as, ideal, cambio,
transformar, despertar, esperanza, conciencia, realidad, política, japay, organización,
movimiento, dirigente, militante, vida diferente, crítica, derechos humanos.
Cada palabra fue desglosada
y transformada en un concepto general que fueron compartidos entre el
estudiantado y Benítez. Él considera que “militante” es la persona que ante las
injusticias sociales intenta transformar la realidad día a día. El militante se
forma para pasar a ser “dirigente social” que tiene un nivel de conocimientos teóricos,
experiencias, conceptos. Lleva la práctica y la teoría juntas.
Para Benítez,
los conocimientos básicos son: sociología, economía, contabilidad, historia,
psicología, comunicación, ética, ingeniería ambiental, cultura general.
El
proceso del conocimiento tiene dos caminos: la experiencia directa e indirecta.
Experiencia directa: la vida.
Cotidianeidad
Experiencia indirecta:
Sistematización de teorías, experiencias de los pueblos y su historia.
“Nadie educa a nadie.
Nadie se educa sólo, todos nos educamos en comunidad” Paulo Freire.
El conocimiento va en
paralelo y depende del rol que se cumple en la sociedad. Siempre tiene dos
visiones, dos formas de contar, y sus elementos fundamentales son la práctica y
la teoría. En el campo hay una disputa entre dos visiones: unidimensional y
multidimensional.
Ej.: Mirada
unidimensional: Cristóbal Colón con su llegada a América vio a los indígenas como
mercancía. “Todo lo que existe para los dominantes es sinónimo de dinero,
muerte”
Mirada multidimensional: Mirada
territorial, la tierra como fundamento y espacio de vida, ecológico, cultural,
espacio social, político, económico, tecnológico y filosófico.
Durante la reflexión se
concluyó que en Paraguay la mirada unidimensional está acabando con la cultura,
con la naturaleza, y que al mismo tiempo hay una disputa y control entre el
poder económico, político e ideológico, que generan distribuciones desiguales.
Por: Lizandra Rolón