El
panel debate "La paridad desde el feminismo, más allá de los números"
contó con la participación de
Line Bareiro, Rosario Ricaldi, Valeria Rubino,
Carolina Taborga y Lilian Soto como moderadora y fue organizado por el
Centro de Documentación y Estudios. En Paraguay luego de 16 años el movimiento
feminista y de mujeres se encuentra ante un tema común que convoca a todos los
sectores, la paridad.
América
Latina es el continente más desigual del mundo, instala el tema por la paridad con experiencias que se dan de
forma diferente, pero que logran generar el debate y en cada país se empieza a dar la pelea por la
paridad. Entre las principales lecciones que se puede rescatar de la aplicación de la
ley de paridad en los otros países de la región, es que se debe tener en cuenta
que además de llegar, las mujeres electas representen verdaderamente los intereses de la agenda feminista.
Valeria
Rubino de Uruguay plantea que los parlamentos son el territorio más fértil e interesante para generar
transformaciones, en la medida que
efectivamente se dé la
oportunidad de contar con una representación diversa y amplia. Alienta a que la
paridad debe discutirse en todos los
ámbitos posibles, pues por el mero hecho que se esté dando la discusión se está
cambiando la política pues desnaturaliza, lo que hasta ahora se percibía normal pues es lo establecido. El feminismo
siempre incorpora los nuevos temas a ser discutidos que cambian y transforman. Resaltó que los procesos son en colectivo
porque si no se hacen así no sirven.
Rosario
Recalde de Bolivia afirma que a las mujeres nada nos han regalado y que si
hemos logrado conquistas son en función a las luchas feministas, articulando y
generando una estrategia basada en la articulación propuesta e incidencia.
En Bolivia
en 1997 se aplica la ley de cuotas y en el 2006 la ley de convocatoria que
permite ir a una constituyente, en un escenario adverso, pero mediante un
trabajo articulado de las organizaciones se incluyó en la constitución con el
artículo de la paridad, que posteriomente permitieron elecciones igualitarias
en el 2014 de forma horizontal y vertical, con la paridad y la alternancia.
En
Bolivia con la ley de paridad en la
cámara de diputados se pasó del 12 por
ciento en el 1997 al 51 % en el 2014, y
en Senadores 4 % paso al 44 % en el
2014, en el nivel nacional. Aun asi el patriarcado sigue vivo, pero en la
medida que haya un movimiento articulado de mujeres, que acompañan a las
mujeres mediante pactos, pues hay una agenda por la que se tienen que
comprometer.
Por
otra parte Recalde plantea que una vez
que llegan al poder, hay que definir estrategias para enfrentar la violencia
política, el acoso y como compartir el trabajo de cuidado. El ejercicio de la participación de las mujeres sigue sesgado y
mejorara en la medida que el movimiento de mujeres dé seguimiento y
acompañamiento. Luego el desafío es que las mujeres electas se organicen. La
paridad ataca el núcleo del poder y ellos no van aflojar el poder, pero si hay
un movimiento articulado detrás, la transformación se dará necesariamente.
Carolina
Taborga menciono que desde el 2010 se comienza hablar en la región de la
paridad, cambiando el discurso planteando la igualdad sustantiva en todos los
ámbitos del poder, que empieza a cambiar la mirada política que implica un 50%
en todos los espacios de decisión, como forma de construir una democracia
legitima e inclusiva. La responsabilidad del Estado para generar condiciones y
oportunidades que garantice la igualdad de género en todas las esferas de la
vida para terminar con la discriminación.