lunes, 24 de octubre de 2016

“Cada ser humano es un artista”

Koki Ruiz

El “I Foro Artístico y Cultural. Hablando un mismo idioma. El Arte” se realizó en Encarnación los días 20 y 21 de octubre, fue organizado por la Asociación de Danza y Arte del Sur (ADASUR) declarado de interés educativo, departamental y municipal. Participaron estudiantes, docentes y profesionales del área artístico-cultural de Itapúa, Misiones y Ñeembucú.

Durante la actividad, el artista misionero Koki Ruiz expuso su tema “Cada ser humano es un artista” que emocionó al público con risas y llantos. En su exposición, Ruiz afirmó que cada persona posee la capacidad de crear y desarrollar el artista que lleva dentro.

“Sólo los pueblos creativos vencen sus dificultades. La cultura no es lo que encontramos en google o Wikipedia, la cultura lo traemos desde pequeños, desde el amamantar hasta la forma de educar. La verdadera obra de arte no es lo que está en un museo, sino lo que puede hacer el futuro artista que está dentro de nosotros” dijo.

Koki nació en San Ignacio, Misiones en 1957, es un artista plástico autodidacta que muy joven fue reconocido por su trabajo, viajó y vivió en Europa; regresó a su pueblo natal nuevamente en 1992. Para Koki la creatividad es el paradigma de la libertad, con esta idea regresó y decidió basar sus trabajos en la “tradición e innovación” usando en sus obras de arte lo que caracteriza a su pueblo, el estilo barroco.

Su primera obra, fue una torta que tenía la forma de un barco. Cuando él tenía 7 años su hermana cumplía 15, ella tenía un sueño, viajar por el mundo y ser libre, que para la época significada algo extraño y rebeldía, “las mujeres estaban sometidas a casarse, servir al marido, cuidar a los hijos, dedicarse a las cosas de la casa y a la costura”, contó Koki.

Este episodio marcó su vida para siempre, la torta con forma de barco que hizo con su mamá en honor a su hermana que quería viajar, fue el inicio de su recorrido artístico. Él rememora con un tono nostálgico cuando preguntó a su mamá lo que opinaban los invitados de la torta, nadie dijo que era linda, sin embargo todos exclamaban ¡¡que trabajo, que trabajo!!

“La obra de arte es el trabajo, el proceso con todos” ese recuerdo lo inspiró siempre hasta que se comprometió a hacer el retablo para la visita del Papa Francisco. En este sentido, Koki dice que el trabajo del pequeño agricultor es la primera herencia de los guaraníes. “Cuidar la semilla, sembrar, mirar la espiga, soñar y cosechar es un acto de amor y sabiduría ancestral”

Cuando una mujer campesina le regaló una calabaza que colocó en sus manos mirándola como si fuera arte, él comprendió que el retablo debía ser una obra de arte colectiva, cargada de la religiosidad popular.

Para su construcción, todo el Paraguay se movilizó. En Misiones juntaron 1200 andai (calabaza), 200 mil cocos y las espigas de maíz fueron donadas por comunidades menonitas.  Toda la gente estaba emocionada, participaba y acompañaba el retablo que fue hasta Ñu Guazú. Koki recuerda con mucha emoción las expresiones del Papa cuando vio el retablo, este le dijo lo mismo que los invitados a su mamá ¡Qué trabajo, qué trabajo!

El artista culmina con esa reflexión, la verdadera obra de arte está cargada de trabajo, dedicación y por sobre todo la participación de la gente.


Por: Lizandra Rolón

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